Si eres usuario del sistema operativo de la empresa con sede en Redmond, Washington y deseas probar uno distinto al que tienes instalado en tu computador puedes crear una máquina virtual en Windows, que funcionará como un equipo real en el que puedes instalar otro sistema operativo, programas, periféricos, entre muchas otras posibilidades.
Estos programas aprovechan las capacidades de los procesadores modernos para crear una máquina virtual que funcionará como si fuera un computador real y que utilizará parte de los recursos de tu equipo, como memoria, disco duro, acceso al teclado, ratón, redes e impresora. Su instalación es realmente sencilla.
En este artículo te diremos cómo crear una máquina virtual en Windows en pocos pasos, ya sea que tengas Windows 7, Windows 10 u otra versión de este sistema.
¿Qué necesito para crear una máquina virtual en Windows?
Los usuarios de Windows tienen a disposición un excelente programa gratuito de la empresa Oracle llamado VirtualBox, el cual funciona perfectamente desde Windows XP hasta Windows 10.
También hay otro programa llamado Vmware Workstation, de pago pero que también ofrece una versión limitada gratuita. Microsoft ofrece gratuitamente su programa Virtual PC, pero no se actualiza desde hace años y no lo recomendaremos en este caso.
Estos programas funcionan igual en todas las versiones de Windows. En general lo que tratarán primero es “crear una PC dentro de tu PC”, es decir, configurar un hardware virtual sobre el cual posteriormente podrás instalar el software o sistema operativo de tu preferencia.
¿Cómo crear una máquina virtual en Windows 7 y Windows 10?
Sea cual sea el escogido, al usarlo, lo primero que te preguntarán es si quieres instalar una máquina virtual en tu equipo. Puedes usar tanto un medio de instalación original del sistema como una imagen “prefabricada” como es el caso de Microsoft, que ofrece imágenes desde Windows XP hasta Windows 10 listas para usar con VirtualBox.
Luego deberás indicar el nombre de tu máquina virtual, como por ejemplo “EquipoXP” en el caso que quieras instalar una máquina que funcione bajo Windows XP.
Enseguida se te preguntará qué tipo de máquina virtual quieres crear, es decir, si usas un computador con Windows 7 o Windows 10 de 64bits tendrás la posibilidad de crear máquinas virtuales de 32 y 64 bits. Pero si es un equipo de 32 bits solo podrás instalar un sistema basado también en 32 bits.
El tercer paso es indicar cuál es la versión de sistema operativo de la máquina virtual, que escogerás entre una lista que te mostrará VirtualBox. Un ejemplo sería escoger “Windows XP 32 bits”.
En cuarto lugar debes escoger el tamaño de la memoria RAM de tu máquina virtual. Puedes asignar una buena cantidad al sistema virtual, pero hay que tomar en cuenta cuántas máquinas virtuales quieres crear y las exigencias del sistema operativo que probarás en cada una, si vas a usar más de una a la vez y cuánto necesita conservar tu equipo anfitrión para poder funcionar correctamente.
Por ejemplo, si cuentas con 4 gigas de memoria puedes asignar 1 GB de RAM a un sistema virtual de Windows XP de 32 bits. Es más que suficiente para ese sistema y tu computador no se resentirá por la disminución de su memoria.
Define el tamaño de disco duro para tu máquina virtual en Windows
Ahora deberás asignar el tamaño de “disco duro” que darás a tu máquina virtual. Este disco duro estará emulado en un fichero o archivo ubicado en un directorio de tu computador y que hará las veces de disco físico para el sistema virtual.
Generalmente se te ofrecerán tres opciones, no crear un disco virtual, crear un disco virtual nuevo o usar un archivo de disco duro virtual ya existente.
Un ejemplo de sistemas sin disco virtual sería cuando quieras usar una distribución Linux del tipo “Live” que corra desde el lector de DVD y que permite probar este sistema operativo sin instalarlo.
El segundo caso es el recomendable si quieres arrancar con una máquina nueva mientras que la tercera opción te permite usar un archivo de disco duro virtual existente Esto se puede hacer porque los mismos se pueden intercambiar o usar los de otra máquina.
Si escoges crear un disco duro nuevo, se te pedirá introducir el nombre del mismo, útil por si tienes varios discos. Cada máquina creará una carpeta en tu directorio personal y allí se guardarán estos discos o archivos de disco virtual.
Ahora pasarás a indicar el tamaño del disco que deseas, por ejemplo 10 GB y deberás señalar cuál tipo de archivo quieres, pues hay varios formatos o estándares disponibles que permiten intercambiar los discos con otros programas de virtualización. Puedes escoger VDI si usas VirtualBox.
Ajusta la configuración de RAM y video de tu máquina virtual
Una vez configurado el “hardware” de la máquina virtual, pasaremos a pulir la configuración usando las opciones que se nos presentan para escoger el ratón, periféricos, tipo de chipset que usa nuestra placa base, variar la RAM asignada o número de discos, desde cuál unidad arrancará la máquina.
También podemos definir la resolución de pantalla y la cantidad de memoria de video que usaremos. En el caso de Windows XP de 32 bits te bastaría con una memoria de video de 32 MB para una resolución máxima de 1024×768 pixeles a 32 bits de profundidad de color.
También deberás indicar el sistema de sonido que usarás o incluso si no quieres tener sonido en esta máquina virtual.
Un punto importante es la configuración de red, seleccionando entre los adaptadores disponibles en tu equipo el que usará para conectarse a la red local y a Internet como una PC más.
Para completar el proceso, indica la ubicación de la imagen ISO que usarás para instalar el nuevo sistema operativo, que puedes haber descargado de su portal oficial. Este medio de instalación puede estar también en la unidad de DVD, como por ejemplo, un CD de instalación de Windows XP.
Una vez culminada la configuración de nuestro futuro sistema virtual, podrás verlo en la lista inicial de VirtualBox o Vmware. Solo debes seleccionarla y darla a la opción “iniciar” para “encender” la nueva computadora virtual.
A partir de este momento se comenzará la instalación del nuevo sistema desde la unidad de DVD o el medio que hayas seleccionado previamente.
El proceso de instalación se hará igual que si se tratara de una máquina física a la que estás instalándole el sistema operativo por primera vez.
Al finalizar la instalación, podrás iniciar tu máquina con el nuevo sistema operativo pulsando el ícono que aparecerá en tu escritorio o entrando en VirtualBox o Vmware para escogerlo directamente. Luego podrás actualizarlo, instalar programas o nuevos periféricos, etc.
¿Pará que me sirve instalar una máquina virtual?
Es posible que en muchas ocasiones te encuentres en la situación de que necesitas utilizar un programa que solo funciona en una versión anterior del sistema operativo que utilizas en tu computador de sobremesa o en tu portátil.
También puede ser que deseas probar otro sistema operativo que acaba de salir y del que te han hablado mucho, pero no deseas alterar tu equipo actual y mucho menos borrar su sistema solo para probarlo.
A través de una máquina virtual puedes instalar el sistema operativo que desees probar y los programas que usarás con él. Hoy en día hay programas muy fáciles de instalar que te permitirán crear la máquina virtual en tu sistema operativo, sea Windows, Mac, Linux o cualquier otro.
Entre las razones principales para instalar una máquina virtual en tu computador tenemos:
- Necesitas utilizar programas de otro sistema operativo que no tienen una versión para tu actual sistema, como por ejemplo un determinado software para diseño CAD, fotoedición o programar en Visual Basic en una máquina Mac o Linux.
- Necesitas utilizar un periférico que no tiene controladores para tu sistema operativo, pero si para otro sistema o versión anterior.
- Quieres probar varios sistemas operativos, pero solo tienes un computador disponible y no deseas pasar por la tediosa tarea de formatear tu disco duro e instalar de cero cada uno de ellos para usarlo solo por poco tiempo.
- Solo deseas practicar la instalación de otros sistemas operativos o correr un juego que solo corre en otro OS y nada más.
Si alguna de estas situaciones es la tuya, usar la virtualización es la mejor opción a tu alcance, pero es importante saber que tu computador requiere cierta potencia de cálculo, memoria y espacio en disco para hacerlo de manera fluida y satisfactoria.
Si tu computador es relativamente moderno, seguramente tendrá recursos de sobra para poder virtualizar una o varias máquinas. Si tu equipo es limitado en recursos, podrías instalar la máquina virtual, aunque con ciertas limitaciones si tratas de probar un sistema exigente en memoria, disco o potencia del CPU.
En conclusión, crear una máquina virtual en Windows es un proceso sencillo y sobre todo, hecho la primera vez nada te impedirá repetir la experiencia con otro sistema operativo, quizás una variante de Linux, sistemas como Haikú, Android u otra variante más nueva o moderna del propio Windows.
¿Lo mejor? Si algo sale mal no tendrás ningún daño en tu computador. Solo tendrías que repetir el proceso y corregir detalles hasta que todo salga bien.
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