La virtualización ha sido un pilar en el mundo de la informática durante décadas. Sin embargo, en los últimos años, ha surgido una nueva forma de virtualización llamada contenerización. Aunque ambos proporcionan entornos aislados para ejecutar aplicaciones, existen diferencias clave entre las máquinas virtuales vs contenedores que pueden influir en cuál es la mejor opción para un caso de uso particular. Este artículo explora las diferencias entre las máquinas virtuales y los contenedores.
¿Qué son las Máquinas Virtuales?
Una máquina virtual (VM) es un software que simula un sistema de computadora, funcionando como si fuera una computadora física. Una VM incluye un sistema operativo completo que se ejecuta en un hipervisor, un software que permite a múltiples VMs compartir recursos físicos de una máquina host. Esto significa que cada VM tiene su propio kernel (el núcleo de un sistema operativo), bibliotecas, aplicaciones y dependencias.
¿Qué son los Contenedores?
Por otro lado, los contenedores son una forma más ligera de virtualización que también proporciona un entorno aislado para ejecutar aplicaciones. Sin embargo, a diferencia de una VM, un contenedor comparte el kernel del sistema operativo del host y, normalmente, los binarios y las bibliotecas también. Cada contenedor encapsula una aplicación y sus dependencias, pero no un sistema operativo completo.
¿Sabías que?
La tecnología de contenedores no es algo nuevo. De hecho, ha existido desde principios de la década de 2000, cuando se introdujo con la funcionalidad de chroot en Unix. Pero realmente ganó popularidad en 2013, cuando Docker introdujo su plataforma de contenedores que simplificaba mucho el proceso de construcción, envío y ejecución de contenedores. Esto ha llevado a un auge en el uso de contenedores en el desarrollo de software y las operaciones de TI, a pesar de que la tecnología de las máquinas virtuales ha existido durante más tiempo.
Diferencias Clave entre Máquinas Virtuales y Contenedores
1. Eficiencia de los Recursos
Las máquinas virtuales pueden consumir una cantidad significativa de recursos del sistema, ya que cada VM ejecuta un sistema operativo completo. En contraste, los contenedores son más eficientes en el uso de los recursos, ya que comparten el sistema operativo del host. Esto también hace que los contenedores sean más ligeros y más rápidos de iniciar que las VMs.
2. Aislamiento
Las máquinas virtuales proporcionan un alto nivel de aislamiento, ya que cada VM es completamente independiente de las demás. Esto puede ser beneficioso desde el punto de vista de la seguridad. Los contenedores, aunque están aislados entre sí, comparten el sistema operativo del host, lo que puede representar un riesgo de seguridad si un contenedor se ve comprometido.
3. Portabilidad
Los contenedores son altamente portables ya que encapsulan las dependencias de las aplicaciones. Esto significa que puedes ejecutar tus contenedores en cualquier sistema que soporte la tecnología de contenedores (como Docker), independientemente del sistema operativo subyacente. Las máquinas virtuales, aunque portables, requieren un hipervisor compatible para ejecutarse.
Casos de Uso de Máquinas Virtuales vs Contenedores
Las máquinas virtuales son ideales para ejecutar aplicaciones que requieren un aislamiento total y un sistema operativo específico. También son una buena opción cuando necesitas ejecutar múltiples aplicaciones que tienen requisitos de dependencia conflictivos.
Por otro lado, los contenedores son una excelente opción para el desarrollo de microservicios, donde cada servicio se puede encapsular en un contenedor. También son ideales para implementar pipelines de integración y entrega continua (CI/CD), ya que proporcionan un entorno consistente y reproducible para construir, probar y desplegar aplicaciones.
¿Cuál debería usar?
La elección entre máquinas virtuales y contenedores depende en gran medida de tus necesidades específicas. Si necesitas un aislamiento total y la capacidad de ejecutar diferentes sistemas operativos, las máquinas virtuales pueden ser la mejor opción. Sin embargo, si estás buscando eficiencia de recursos y portabilidad, los contenedores podrían ser una mejor elección.
Además, no es una decisión de “todo o nada”. Muchas organizaciones utilizan tanto las máquinas virtuales como los contenedores en diferentes partes de su infraestructura. Por ejemplo, puedes usar contenedores para el desarrollo y las pruebas, y luego desplegar tus aplicaciones en máquinas virtuales para la producción.
Conclusión
Tanto las máquinas virtuales como los contenedores ofrecen formas poderosas y flexibles de ejecutar aplicaciones en entornos aislados. Aunque comparten algunas similitudes, sus diferencias en cuanto a eficiencia de recursos, aislamiento y portabilidad hacen que sean más adecuados para diferentes casos de uso. Al entender estas diferencias, puedes tomar una decisión informada sobre cuál tecnología es la más adecuada para tus necesidades específicas.